Gerardo Fernández, presidente de la Confederación de PyMEs Constructoras de la República Argentina se refirió a la actualidad de las pequeñas y medianas empresas constructoras en el país y explicó que "en los últimos cuatro años por el impulso a la obra pública propiciado por la Nación y los gobiernos provinciales, las PyMEs constructoras venían trabajando sin problemas y creciendo. La situación fue cambiando en noviembre de 2022 cuando Nación tuvo que hacer las rendiciones al FMI y pedían un acuerdo de un déficit de 1,9 y allí los pagos de certificación de obras que venían haciéndose a los veinte o 30 días, comenzaron a pagarse con mayor retraso".
Detalló que el retraso en los pagos de obra empezó a generar distorsión y complicación en el sector PyME constructor para poder seguir cumpliendo los contratos, lo que se vió agravado después de las elecciones PASO con un aumento del 22 al 25% del abanico de bienes que se consume en la industria.
Fernández destacó que "el sector PyME está viviendo una situación angustiante porque hay un proceso de reducción sostenida y sistemática en los avances de las curvas de obra eso va encaminado ya a que haya obras paralizadas y en proceso de paralización" y advirtió: “Existe la posibilidad concreta de que si esto persiste y no se cobra en breve las deudas” haya empresas que terminen cerrando o entrando en concurso preventivo.
"Ya venimos haciendo un esfuerzo cotidiano, no hace falta que el gobierno nos ponga un bono.Venimos de 8 meses de comprar a valor de mostrador y cobrando a valor de 90-120 días; es decir comprando hasta un 25% por encima de lo que se cobra", confirmó el titular de la CPC. (con info fm 89.3 Santa María de las Misiones)